martes, 20 de abril de 2010

NO PUEDO MÁS

Como un eco continuo, como resplandor de madrugada, tus Ojos, tu Mirada desde aquellas sombras de confusión, empiezan a rebrillar de dignidad interior, a iluminar y poner luz cada día en esa oscuridad silenciada y no por menos conocida del maltrato y violencia escolar, del matonismo adolescente.

Hace poco más de dos años, tras el triste final de Jokin, alumno de 14 años de Hondarribia (Guipúzcoa), que sufrió maltrato psicológico y físico por parte de sus compañeros de instituto, abocándolo al suicidio, se dispararon las alarmas sociales, políticas y educativas, generando múltiples debates, seminarios, estudios Sin embargo, no sólo no se ha conseguido frenar el problema, sino que los casos de acoso escolar afloran como algo natural y normal, en una sociedad cada vez más competitiva e insolidaria.

Jokin nace en Hondarribia (Gipuzkoa) el 25 se Septiembre de 1989. Cuatro días antes de cumplir 15 años fallece tragicamente -víctima del bullying- el 21 de Septiembre de 2004, al pie de sus murallas y junto al bidegorri que tantas veces pedaleó con su Bianchi 'verde y negra de montaña.

Los problemas habían comenzado el año anterior, en septiembre de 2003, y concluyen, desgraciadamente, aproximadamente un año después, en septiembre de 2004 , cuando fallece arrojandose por lo alto de una muralla.

Esa misma tarde, antes de suicidarse, se comunicó por el chat con una amiga y le dijo las siguientes palabras: <>.

NIÑO MUERTOLuis Cernuda (libro 'Las Nubes')Si llegara hasta ti bajo la hierba Joven como tu cuerpo, ya cubriendo Un destierro más vasto con la muerte, De los amigos la voz fugaz y clara, Con oscura nostalgia quizá pienses Que tu vida es materia del olvido.Recordarás cruzando el mar un día Tu leve juventud con tus amigosEn flor, así alejados de la guerra. La angustia resbalaba entre vosotros Y el mar sombrío al veros sonreía, Olvidando que él mismo te llevabaA la muerte, tras un corto destierro.De un solo trago largo consumisteLa muerte tuya, la que te destinaban, Sin volver un instante la miradaAtrás, igual que el hombre cuando lucha. Inmensa indiferencia te cubría Antes de que la tierra te cubriera.Volviste la cabeza contra el muro Con el gesto de un niño que temiese Mostrar fragilidad en su deseo.Y te cubrió la eterna sombra larga. Profundamente duermes. Mas escucha: Yo quiero estar contigo; no estás solo.

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