EL HIERRO, ISLA SOSTENIBLE

La isla de El Hierro, la más pequeña y occidental de las islas canarias, se abastecerá a partir de 2010 de energía 100% renovable. Será la primera isla del mundo abastecida exclusivamente con energías renovables. Para ello se construirá un nuevo sistema hidroeólico que cubrirá la demanda eléctrica de la isla.
El sistema estará formado por una central hidroeléctrica de 10MW y un parque eólico de la misma capacidad. Se utilizará la energía eólica para alimentar el sistema de bombeo y almacenar energía potencial en un depósito superior. Así se garantiza la estabilidad de la red ante la intermitencia del suministro eólico.
Se estima que se evitará la emisión de 18.700 toneladas de CO2 al año. El coste de la transformación ascenderá a 54 millones de euros.
Las montañas y valles que caracterizan el paisaje de El Hierro, que se ven azotados por los incansables vientos alisios, les ha permitido proyectar una central hidroeólica, un concepto nuevo de energía en el cual el agua y el viento se unen para producir electricidad las 24 horas del día.
“Es bastante simple en teoría. Se acumula agua a 700 metros de altitud en una caldera volcánica para dejarla caer y turbinaría cuando no haya viento suficiente”, le dijo a El Mundo Gonzalo Piernavieja, director de la División de Investigación y Desarrollo del Instituto Tecnológico de Canarias. “No ha sido sencillo. Hubo que dimensionar las instalaciones, los aerogeneradores, las turbinas, los dos depósitos de agua, la planta desaladora, las tuberías, los terrenos y buscar la financiación”.
La planta hidroeólica aportará casi del 90% de la energía eléctrica, y el resto se completará con instalaciones solares térmicas y fotovoltaicas distribuidas por la isla de 278 kilómetros cuadrados.
El proyecto viene desde hace diez años, cuando el Cabildo de El Hierro aprobó un plan para hacer la isla sostenible.
La caldera está casi en la vertical de la actual central térmica a 700 metros de altura. Tendrán que impermeabilizarla. En la ladera cercana instalarán seis turbinas eólicas, que “apenas se verán desde ningún punto de la isla”. Y es que quieren proteger el paisaje también, en una isla que se vive del turismo.

Es la oportunidad de hacer historia, y construir la senda para que otras islas del mundo imiten la iniciativa.